A las ocho de la mañana

Por Ray Nelson

Un accidente fortuito le concede a George Nada la capacidad de ver el mundo tal como es, y no como los poderes establecidos le dicen que es. Rápidamente advierte que ese descubrimiento es el paso primero y decisivo para librarse de la dictadura de las consignas y los controles, y se lanza entonces a una vertiginosa carrera contra el tiempo, dejando unos cuantos cadáveres en el camino, para abrir los ojos de sus conciudadanos y compartir con ellos un conocimiento tan decisivo como inesperada e involuntariamente adquirido. Así se resume el cuento que aquí presentamos, un monumento a la concisión: tiene menos de 2.000 palabras y apenas llega a las diez páginas. Ray Nelson, el autor, lo describió como un “esqueleto” y el nombre en castellano que eligió para su héroe no es casual: nada sabemos sobre él, sobre su historia, sus sueños o sus temores, ni tampoco vienen al caso. Nada es pura acción, y podría ser cualquiera.

La concisión de este relato es tal vez su principal mérito porque, como ocurre con las historias mitológicas, esa simplicidad permite y alimenta su singular potencia significativa. Apareció por primera vez en la revista estadounidense Fantasy and Science Fiction de noviembre de 1963, pero en los sesenta soplaban vientos fuertes y la realidad superaba a la ficción. Hubo que esperar hasta que los ochenta de Ronald Reagan restablecieran el orden para que su mecanismo de relojería comenzara a hacer tic-tac. En 1984 sirvió de base a una historieta llamada “Nada”, que apareció en la sexta entrega de la antología Alien Encounters con guión del propio autor y dibujos de Bill Wray; dos años después llegó al cine de la mano del director John Carpenter, quien basó en el relato de Nelson el argumento que él mismo escribió para su película de culto They live. Historieta y película ofrecen dos lecturas posibles: un violento relato de marcianos en un caso, un alegato contra la sociedad de consumo en el otro. No lo agotan.

Radell Faraday “Ray” Nelson (1931) es un autor estadounidense de ficción especulativa. Tras unos años de formación en París, donde trabó amistad con Michael Moorcock, regresó a su país para iniciar una carrera como historietista y cuentista. En 1967 publicó su primera novela, The Ganymede Takeover, en colaboración con Philip K. Dick. Blake’s Progress, una novela de 1975 en la que el poeta William Blake viaja en el tiempo, ha sido la preferida de la crítica por la complejidad de su trama y la caracterización de sus personajes, rasgos opuestos a los del cuento que le dio fama. La primera versión castellana de “A las ocho de la mañana” apareció en la revista española Nueva Dimensión en noviembre de 1974. La traducción que se ofrece aquí, acompañada de documentos gráficos sobre las sucesivas reencarnaciones del cuento, es original de In Octavo.


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