Los judíos y la competencia por la victimización

Por Brenton Sanderson

La sociología ha propuesto el concepto de victimización competitiva, o competencia por la victimización, para describir el fenómeno por el cual determinados grupos sociales rivalizan entre sí en la exposición del sufrimiento padecido por cada uno de ellos, en general con la intención de despertar empatía y obtener a cambio alguna ventaja en términos de poder, de recursos, o de ambas cosas. La práctica es tan antigua como la humanidad misma, pero sólo modernamente se ha recurrido a ella de manera preconcebida, sistemática y organizada. Los primeros en hacerlo fueron los judíos, luego de los severos traumas sufridos durante la segunda guerra, procurando para sí defensa y reparación. Le siguieron luego los homosexuales, las mujeres, los negros, los aborígenes, y cualquiera convencido de haber sufrido algún agravio social, real o imaginario. La práctica demostró ser muy eficaz para los agraviados, pero disolvente para las sociedades que los contienen, cada vez más disgregadas en grupos que se disputan beneficios particulares en perjuicio del conjunto.

El trabajo que aquí presentamos se centra en el caso original, y en los perjuicios que la victimización judía le causa a las sociedades cristianas occidentales de origen europeo que el autor, desde su contexto australiano, describe generalmente como “los blancos”. Según se desprende de su análisis, ese perjuicio fue en principio la consecuencia accidental de una motivación defensiva, y gradualmente se convirtió en un ejercicio deliberado, con una motivación agresiva, y multiplicado cada vez que el activismo judío promovió y acompañó la victimización de otros grupos minoritarios en el seno de las poblaciones blancas. Este marco teórico brinda sentido y coherencia a toda una serie de agravios sufridos, desde la posguerra pero en forma vertiginosamente acelerada en este siglo, por las sociedades de matriz cristiana y europea —contra la familia, contra la moral, contra la justicia, contra el patriotismo, contra la fe, contra la integridad étnica y cultural, contra los valores, contra las tradiciones, contra la reproducción biológica—, para los cuales no parece haber otra explicación plausible.

Brenton Sanderson, académico y ensayista australiano, es autor de Battle lines: Essays on Western culture, Jewish influence, and anti-semitism (2020), una recopilación de estudios sobre la influencia judía en las sociedades y la cultura occidentales, previamente publicados en el sitio The Occidental Observer, del que es colaborador regular, y donde este estudio apareció originalmente. También forma parte del consejo asesor editorial de la revista The Occidental Quarterly. La versión castellana de “La competencia por la victimización”, realizada por In Octavo, incluye algunas notas adicionales señaladas en cada caso.


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2 pensamientos en “Los judíos y la competencia por la victimización”

  1. Destaco este párrafo: Según se desprende de su análisis, ese perjuicio fue en principio la consecuencia accidental de una motivación defensiva, y gradualmente se convirtió en un ejercicio deliberado, con una motivación agresiva, y multiplicado cada vez que el activismo judío promovió y acompañó la victimización de otros grupos minoritarios en el seno de las poblaciones blancas.

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