El futuro de la humanidad

Por varios autores

A mediados del siglo XX, superados los años de bonanza y optimismo de la posguerra, el mundo tomó conciencia de que todo estaba cambiando, drástica y aceleradamente. La reacción inmediata, inevitable e inquietante fue preguntarse sobre la dirección de ese cambio, escudriñar el presente en busca de señales que dieran seguridad y redujeran la incertidumbre. Emergió entonces entre científicos sociales, escritores e incluso periodistas una nueva actividad: la futurología. Personajes como Herman Kahn o Alvin Toffler adquirieron enorme popularidad con sus libros, sus disertaciones, sus declaraciones a la prensa sobre el porvenir de la sociedad capitalista. La futurología no prendió con igual fuerza en el campo socialista, porque allí nadie tenía dudas sobre la marcha inexorable de la historia hacia la sociedad sin clases y la economía centralizada.

En 1968, una editorial de Buenos Aires, en el marco de una colección destinada a examinar los problemas del siglo, propuso a algunos destacados científicos e intelectuales de la época un ejercicio de futurología planteado desde una nación en desarrollo, capitalista y democrática, pero con avanzados progresos en materia de justicia social. Leídos a más de medio siglo de distancia, esos vaticinios muestran grados de acierto y error no muy diferentes de los de los futurólogos profesionales, una confianza tal vez más ingenua en el progreso, y un porcentaje de optimismo similar al de aquéllos aunque con diferente contenido.

Darcy Ribeiro piensa todavía que la energía nuclear es la gran revolución tecnológica del siglo; Manuel Sadosky, un pionero de la informática, ve en la computadora una herramienta de libertad; Eliseo Verón advierte el poder de los medios, y se muestra cauteloso respecto de su posible utilización; Jorge Lafforgue cree ver en la revolución de las artes un camino hacia la expresión más plena del espíritu humano.

Ninguno logra entrever el mundo en que vivimos, en el que la revolución informática ha convulsionado todas las relaciones sociales, favoreciendo por un lado la concentración económica y dotando por el otro al poder así concentrado de instrumentos de control social jamás imaginados. Sin embargo Ribeiro, casi fuera de contexto, al concluir su ensayo, con la mirada puesta más allá del futuro visible, se siente en la necesidad de anticipar “una era totalmente obscura para nosotros, de hombres sin causas y sin virtudes, o, más precisamente, sin nuestras virtudes y sin nuestras causas. Porque ¿cuáles serán las motivaciones de los nietos de nuestros nietos?”

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Rerum novarum

Por León XIII

Hacia fines del siglo XIX, la revolución industrial había producido ya sus mayores efectos: la producción, el comercio y las finanzas lograban resultados jamás imaginados, las colonias aportaban ingentes cantidades de materias primas a precios irrisorios, una burguesía empoderada controlaba los principales resortes del poder político, y en las capitales europeas el clima era de perpetua fiesta: los valses de la familia Strauss y las pinturas de los impresionistas daban sonido y color a la belle époque.…

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La Patagonia trágica

Por José María Borrero

La incorporación de nuevos territorios a la explotación económica estuvo casi rutinariamente acompañada de violencia, delito e injusticia, y el extremo austral de la Argentina no escapó a esa maldición histórica. La tragedia patagónica a la que aquí se alude conoció varios momentos, a caballo de los siglos XIX y XX: la matanza de indígenas a fin de liberar las tierras para la cría de ovinos, la apropiación ilegal o maliciosa de esas tierras, la explotación inhumana de quienes trabajaban en ellas, y por fin el fusilamiento masivo por tropas del Estado de trabajadores que protestaban contra esa explotación.…

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El Libro Verde

Por Muammar Gaddafi

Tras la segunda guerra, el siglo XX estuvo dominado por una contienda ideológica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, empeñados ambos en expandir por el mundo sistemas encontrados de organización social: capitalismo y comunismo. Muchas naciones no aceptaron el juego que se les planteaba y promovieron conceptos tales como tercera posición, países no alineados o tercer mundo.…

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Los judíos y la competencia por la victimización

Por Brenton Sanderson

La sociología ha propuesto el concepto de victimización competitiva, o competencia por la victimización, para describir el fenómeno por el cual determinados grupos sociales rivalizan entre sí en la exposición del sufrimiento padecido por cada uno de ellos, en general con la intención de despertar empatía y obtener a cambio alguna ventaja en términos de poder, de recursos, o de ambas cosas.…

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