Rerum novarum

Por León XIII

Hacia fines del siglo XIX, la revolución industrial había producido ya sus mayores efectos: la producción, el comercio y las finanzas lograban resultados jamás imaginados, las colonias aportaban ingentes cantidades de materias primas a precios irrisorios, una burguesía empoderada controlaba los principales resortes del poder político, y en las capitales europeas el clima era de perpetua fiesta: los valses de la familia Strauss y las pinturas de los impresionistas daban sonido y color a la belle époque.…

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Política y religión

Por Jean-Marie Domenach

Cuando el Occidente cristiano enfrenta circunstancias políticamente turbulentas, la Iglesia católica no puede sustraerse a la vorágine, ni tampoco realmente quiere hacerlo: su vocación, sus creencias no le permiten mantenerse al margen. Sin embargo, desde aquel enigmático precepto evangélico de dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César, las relaciones entre la religión y la política nunca han sido sencillas, especialmente porque estos dos poderosos polos de la condición humana tienen en su naturaleza una ambición de totalidad, y ninguno de ellos acepta la idea de acabar descuidadamente subsumido en el otro.…

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Jesús y la política de su tiempo

Por Carlos Mugica

“Si bien el compromiso cristiano pasa por el compromiso revolucionario, Cristo es mucho más ambicioso que un revolucionario”, escribía Carlos Mugica en el último capítulo de su ensayo La muerte de Dios. En el contexto de la década de 1970, cuando publicó sus trabajos teológicos, muchos católicos, especialmente los jóvenes, tendían a agotar el mensaje de Cristo en un programa de redención humana, y a confundir el compromiso evangélico con la acción política o social.…

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La muerte de Dios

Por Carlos Mugica

La muerte de Dios fue anunciada a fines del siglo XIX por Friedrich Nietzsche, Karl Marx y, hasta cierto punto, por Sigmund Freud. Las grandes transformaciones posteriores parecieron borrar el escándalo inicial de esa triple advertencia dejando a la vista lo que para muchos era su verdad esencial: el hombre ya no necesita de Dios para edificar su ciudad, y en la ciudad moderna no hay espacio para lo sagrado.…

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