Por Mariano Azuela
La llamada Revolución Mexicana fue una larga década de alzamientos campesinos, campañas militares, crímenes políticos, luchas facciosas, traiciones y encumbramientos, desatados tras el derrocamiento del presidente Porfirio Díaz que durante más de treinta años había sostenido con mano firme las riendas del país. Miembros de la élite tradicional que reclamaban su cuota de poder, campesinos desplazados de sus tierras o maltratados por caciques locales, más una variada gama de comerciantes, industriales e intelectuales en ascenso, dirimieron a tiros sus intereses para definir el perfil del México moderno. Las poblaciones rurales del norte tuvieron participación decisiva, aunque muchas veces inorgánica, en las revueltas; también alimentaron la iconografía y la leyenda de esos años agitados y trágicos, plasmadas en la crónica periodística y en un ciclo narrativo que se inicia con el libro que aquí presentamos.
Los de abajo cuenta la historia de uno de esos campesinos, Demetrio Macías, en los tres años, que van desde el asesinato del presidente constitucional Francisco Madero hasta la derrota del bandido revolucionario Pancho Villa a manos de los constitucionalistas de Venustiano Carranza, lapso en el que cabe toda la promesa, apogeo y fracaso de la revolución para quienes le prestaron el cuerpo y la imagen. La novela es una rara, magistral, combinación de la mejor crónica periodística, donde sólo hablan los hechos y sus protagonistas, con una refinada técnica narrativa que organiza y amplifica el significado de sus materiales, y mantiene cautiva la atención del lector.
Mariano Azuela (1873-1952), nacido en una familia de pequeños rancheros, ejercía la medicina en Jalisco, era afecto a las tertulias literarias y ya había publicado una media docena de novelas cuando lo envolvió el torbellino de la revolución. Se enroló como médico en las filas del campesinado villista, tomó notas de lo que veía y oía su alrededor, y las ordenó en una novela cuya redacción inició en la sierra, en medio de marchas y combates, y terminó en las oficinas de un diario texano cuando la derrota de su jefe militar lo empujó al exilio.
La novela se publicó originalmente en 1915. Un siglo de historiografía sobre la revolución mexicana no ha hecho sino corroborar lo registrado en el terreno por la mirada clínica de este autor que, sin embargo, estaba convencido de haber ofrecido un relato apasionado y, por lo mismo, parcial. “La imagen de la revolución, para muchos millares de revolucionarios, tenía que salir roja de dolor, negra de odio”, escribió.
Esta edición digital sigue el texto revisado por Azuela en 1920 y agrega algunas notas para la mejor comprensión del lector no mexicano.
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