Por Muammar Gaddafi
Tras la segunda guerra, el siglo XX estuvo dominado por una contienda ideológica entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, empeñados ambos en expandir por el mundo sistemas encontrados de organización social: capitalismo y comunismo. Muchas naciones no aceptaron el juego que se les planteaba y promovieron conceptos tales como tercera posición, países no alineados o tercer mundo. En algunas de ellas se desarrollaron filosofías políticas capaces de traducir esas diferencias en ordenamientos originales, arraigados en sus propias costumbres.
Combinando rasgos del socialismo utópico, la religión islámica y la cultura beduina, el líder libio Muammar Gaddafi (1942-2011) propuso su tercera teoría internacional, que describió en detalle en su Libro verde (1979). Gaddafi había llegado al poder diez años antes al frente de una revolución nacionalista y socialista. Sus anticapitalismo, su apoyo a grupos insurgentes en terceros países, y su intención de acaudillar el mundo árabe le valieron el rechazo de Occidente. Hacia fines del siglo XX, sin embargo, Gaddafi había moderado sus posiciones, su país fue reconocido como parte de la comunidad internacional, y algunas petroleras extranjeras tuvieron acceso a sus yacimientos. Pero Libia siguió siendo una yamahiriya, esto es un estado de masas organizado según los preceptos del Libro verde.
En 2011, varias naciones islámicas, en general conducidas por regímenes autoritarios, se vieron sacudidas por un fenómeno conocido como “primavera árabe”: alzamientos populares inducidos desde el exterior en demanda de democracia y libertades económicas. En Libia, el estallido rebelde se centró en la ciudad de Bengasi, tuvo el apoyo de Francia, interesada en el petróleo libio; de la Hermandad Musulmana, una organización suní enfrentada a Gaddafi; y de los Estados Unidos, cuya secretaria de estado Hillary Clinton, pensando en su propia carrera política, consiguió el respaldo legal de las Naciones Unidas y militar de la OTAN para atacar a Libia.
Los aviones de la alianza alántica condujeron más de 20.000 incursiones principalmente contra instalaciones militares y gubernamentales en Trípoli, la capital. Gaddafi buscó refugio en su ciudad natal, Sirte, donde fue descubierto, capturado, y vejado por una turba, y rematado de un tiro en la cabeza por un agente secreto francés. Tras la caída de la yamahiriya, el sistema político libio implosionó en una interminable serie de guerras tribales, que desplazaron a millones de refugiados principalmente hacia Europa.
A pesar de su colorida imagen pública, Gaddafi era una persona apartada y meditativa, que se describía a sí mismo como “un pobre beduino extraviado en la locura de la ciudad moderna”; abogado de profesión, dejó también varios libros de cuentos y ensayos, el más difundido de los cuales se titula Escape al infierno.
Hemos acompañado esta edición digital del Libro verde con las transcripciones de un memorable discurso pronunciado en 2009 ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, en el que puso de relieve las incongruencias del organismo y llamó la atención sobre comportamientos que dos años más tarde se volverían en su contra, y de dos mensajes emitidos por Gaddafi cuando ya se habían iniciado los ataques contra su país: un testamento legado a su pueblo, y una profecía lanzada contra sus agresores.
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Mil gracias por ese maravilloso e inmerecido regalo. Soy una profesora Venezolana migrante, que reside en Italia pero con cierta frecuencia asesoro a estudiantes del Doctorado en Ciencias de la Educación. Estos libros me vienen como “anillo al dedo”