La patria fuerte

Por Leopoldo Lugones

Los ensayos y artículos reunidos en este libro, escritos en el período de entreguerras, llaman de entrada la atención por su inesperada actualidad. Desde la globalización de las instituciones y el debilitamiento de las soberanías nacionales hasta la «desvirilización» de las costumbres y la recaída en una molicie suicida, los temas más urticantes de la discusión política y social contemporánea aparecen en estas páginas, tratados con un estilo apasionado y con una mirada que hoy diríamos políticamente incorrecta. Para el lector argentino hay una sorpresa adicional en estos textos, y es la actualidad de sus reflexiones sobre las fortalezas y debilidades de su Nación, y sobre los deberes que le impone su condición.

Cuando se escribieron estas notas, la Gran Guerra europea, extenuante, sangrienta y atroz había quebrado la despreocupada confianza finisecular en la razón, el progreso indefinido, la democracia liberal, la libertad de comercio, la paz entre las naciones, y, en general, el ideario universal de la igualdad, la libertad y la fraternidad. «Para quienes profesábamos esa doctrina como un sistema racional y no como un dogma, el rudo experimento comportó un desengaño, pero también una enseñanza», dice el autor. «Entramos a comprender que para la nación resultaba más importante la potencia que el derecho y la soberanía que la libertad. Pues la vida no era un régimen jurídico ni moral sino un estado de fuerza.» Había llegado la hora de la espada, como lo anunciara en su célebre discurso de Lima, en el centenario de la batalla de Ayacucho, que encabeza esta colección. Entonces, como ahora, los presupuestos básicos de Occidente crujían por todos los costados. Entonces, como ahora, cundían el desaliento y la frustración. Entonces, como ahora, se intuía que había algo contra natura en el orden social. Entonces, como ahora, se volvía a leer a Nietzsche y resurgían los nacionalismos.

Leopoldo Lugones (1874-1938), poeta, cuentista y ensayista, fue uno de los grandes escritores argentinos del siglo XX, cuya personalidad poderosa dominó toda su generación. Ganó su prestigio en el mundo de habla castellana principalmente con su poesía modernista, saturada de vislumbres ultraístas, y sus relatos fantásticos. Pero desde el comienzo de su actividad como publicista, en su Córdoba natal, mostró una particular preocupación por las cuestiones históricas, políticas y sociales, que en un caso llegaron a los inolvidables relatos de La guerra gaucha (1905), pero que también se volcaron en la biografía (Sarmiento, 1911; Roca, 1938) y en el ensayo (El Estado equitativo, 1932).

La patria fuerte (1930) apareció en la Biblioteca del Oficial, publicada por el Círculo Militar argentino, y nunca fue reeditado desde entonces.

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